lunes, 27 de mayo de 2013

Nausicaä del valle del viento (1984)



“Demasiado fuego y nada volverá a crecer. El fuego puede hacer cenizas un bosque en un solo día, pero el viento y el agua pueden hacer que un bosque crezca en cien años”

Hace un par de días, mi última crítica versaba sobre La tumba de las luciérnagas. Casualidad o no (en parte un poco de sí y un poco de no, porque estoy viendo mucho cine de animación últimamente… pero no hago este orden de críticas a propósito, sale como sale), hoy traigo la primera película con que Studio Ghibli comenzó a consolidarse, años antes de la lacrimógena obra de Takahata. Que, en este caso, es productor de la cinta.

sábado, 25 de mayo de 2013

La tumba de las luciérnagas (1988)



"¿Por qué se mueren tan rápido las luciérnagas?

Es mucha la gente que considera que las películas de animación son “cosa de niños”. Cuando esas películas están protagonizadas, precisamente, por niños, esa impresión se acentúa todavía más. Y si, además, la película o serie en cuestión tiene firma japonesa, es normal oír la frase de “ah, son esos dibujitos chinos que ven los críos”.

Craso error.

Dentro del cine de animación, de cualquier género, época y país, se pueden encontrar siempre cintas que trascienden el ámbito infantil buscando aspiraciones más altas. Son cintas que en algunas ocasiones están recomendadas tanto para niños como para adultos, y que en otras, por su crudeza, su temática, o su dureza, solo son aconsejables para estos últimos. La tumba de las luciérnagas pertenece a esta última clase.

jueves, 23 de mayo de 2013

Vértigo (1958)



Q: Aquí estamos de nuevo, con la tercera entrega de nuestro ciclo Ebert. Esta vez, el clásico de Hitchcock: Vértigo.

SG: Yo reconozco que no sé demasiado sobre Hitchcock, a pesar de llamarme crítico de cine, lo cual es una vergüenza. Conozco algunos de sus títulos más famosos, como La ventana indiscreta o Psicosis, pero poco más... Así que la crítica se va a centrar única y exclusivamente por mi parte en esta cinta, sin entrar en su contexto. Eso, si quieres, te lo dejamos a ti.

martes, 21 de mayo de 2013

Celda 211 (2009)



A estas alturas sabéis (o intuís) ya que no soy muy amigo del cine español. Especialmente del actual. Es algo que me supera: considero las temáticas muy manidas (salvo honrosas excepciones) y las actuaciones, aunque en pantalla cumplan, en cuanto a voz son una vergüenza en el 98% de las ocasiones, y eso es algo que no tolero. Así que por lo general, intento huir del cine español, y cuando me acerco a él suele ser en las épocas en que todavía había actores grandes de verdad (de la talla de Fernando Fernán Gómez o el recientemente fallecido Alfredo Landa) que venían del teatro y sabían hacer maravillas con su voz a la hora de interpretar.

jueves, 16 de mayo de 2013

El rey león (1994)


“Has olvidado quien eres, por lo tanto me has olvidado. Mira en tu interior, Simba. Eres más de lo que eres ahora. Debes ocupar tu lugar en el círculo de la vida”

Han pasado casi 20 años desde su estreno, y probablemente algunos de los que leáis esta entrada dejéis escapar alguna lagrimita al recordar la muerte de quien pronunciaba esas palabras. Y no es para menos. El rey león fue una de las joyas más reconocibles de la factoría Disney, en una época de constantes éxitos (trabajaron en ella al tiempo que en Pocahontas), donde de vez en cuando, por pura inercia, surgía una obra maestra de entre sus coetáneas (ya de por sí buenas, en la mayoría de ocasiones). Siendo esta cinta esa obra maestra, no es de extrañar que haya marcado a toda una generación (o varias) de niños, hoy no tan niños, que miran hacia ella con nostalgia y cariño. No en vano las listas del AFI la consideran la cuarta mejor película de animación de todos los tiempos (siguiendo un criterio un tanto sesgado, pero ahí no vamos a entrar).


lunes, 13 de mayo de 2013

Downstream (2010)



"It's amazing to see people track into the unknown to look for something that they're not sure about. It's a bit risky, don't you think so?

Hemos oído decir mil veces que para hacer una buena película solo hace falta una buena idea… Y es una afirmación con la que estoy en parte de acuerdo. Solo en parte.

Para rodar una buena cinta, además de una buena idea, hace falta saber llevarla a término. Hace falta un guión sólido, unas interpretaciones correctas, unos detalles cuidados y sobre todo, un buen ojo a la hora de dirigir. Y muchas veces, la línea que separa una buena película de una película con buenas ideas es muy fina.

sábado, 4 de mayo de 2013

Ciudadano Kane (1941)



Q: Hola a todos. Aquí llega la segunda película de nuestro ciclo Roger Ebert. Una de las películas más influyentes de todos los tiempos. Y conmigo está de nuevo George. SG: Aquí estoy, de nuevo, esta vez para desdecirme en muchas de las cosas que recriminaba a esta cinta... Y en las que reconozco estaba equivocado. Rectificar es de idiotas que se creen sabios, ¿no? Q: Algo así. El caso es que tenemos delante nada menos que “Ciudadano Kane”, la obra maestra de Orson Welles. Obra maestra, ¿no? SG: Sí... y ópera prima también. Lo cual aumenta su mérito, que nunca he puesto en duda. Lo que yo ponía en duda era su perfección absoluta.